Lugar: Teatro Luz y Fuerza (Perú 823).
Eran todos acústicos y todos principiantes. Ninguno había sacado un
disco. Miguel y Eugenio, un dúo de Castelar que después sería base del grupo
Aucán. Charly García y Nito Mestre, ya Sui Generis, ya percibían que estaban
creciendo rápidamente. León Gieco, el joven santafesino que había empezado a
componer inspirado en Bob Dylan.
A fines de 1971 o principios de 1972 compartieron la noche en el Teatro
Luz y Fuerza, en Perú 823, San Telmo. Se suponía que Gieco cerrara la noche.
Pero las cosas pasaron de otra manera. “Cuando estaba por empezar el concierto,
me dijeron que Sui Generis no iba a poder tocar porque el pianista no estaba,
no había llegado –contó León a Página 12–. Entonces tuvimos que tocar nosotros
primero, y recién ahí fue cuando apareció Charly: en realidad estaba desde
antes pero se había escondido para poder cerrar el show él. Una turrada, pero
también una cosa divina. Yo me di cuenta al instante, pero no pensé mal, porque
me dije que un tipo que, siendo nadie, era capaz de una movida así, iba a
terminar haciendo cosas grandes...”
Ese día se conocieron. Cuando lo vio tocar, León soñó con tener a ese
pianista genial y carismático como tecladista de su grupo. Le duró poco, claro.
Después de todo, sabía íntimamente que estaba para “cosas grandes”. Algo de
razón tenía.
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